En los últimos 10 años es habitual que acudan a nuestras consultas personas que desean cambiar el tono de su voz, bien aumentando (es lo que llama Feminización de la voz) o bien disminuyéndolo (lo que se llama Masculinización de la voz).
Para conseguir una voz más aguda o con un tono vocal más alto existen diferentes técnicas quirúrgicas; de todas ellas la que ha obtenido unos mejores resultados fonatorios (medidos objetivamente mediante un programa de análisis acústico de la voz) es la denominada Glotoplastia, que básicamente consiste en cambiar la forma de la glotis (espacio que hay entre las cuerdas vocales). El desarrollo de la laringe, producto de la actividad hormonal, se considera un carácter sexual secundario. El grado de desarrollo varía en cada persona, y suele producirse de manera muy repentina y rápida en la pubertad.
Esto supone una morfología diferente de los cartílagos que conforman el esqueleto laríngeo, y una diferente conformación de las cuerdas vocales que va a determinar unas propiedades de la voz también diferente. Se ha demostrado que existe un dimorfismo sexual, siendo la laringe del varón mas grande, lo que provoca que las cuerdas vocales masculinas tengan mayor longitud y volumen y, por lo tanto, producen un sonido mas grave al vibrar.
La Glotoplastia se realiza bajo anestesia general e intubación oro-traqueal. Tiene una duración de entre 1-2 horas.
Para obtener una glotis con apariencia femenina hay que actuar en tres mecanismos fisiológicos:
- Disminuir la longitud de la cuerda vocal
- Reducir la masa de las cuerdas vocales
- Aumentar la tensión de las cuerdas vocales