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Cómo la Cirugía Endoscópica Nasal Ha Revolucionado el Tratamiento de las Infecciones Sinusales Crónicas

 

Las infecciones sinusales crónicas o sinusitis pueden causar dolores de cabeza persistentes, dificultad para respirar y una calidad de vida deteriorada. Para los pacientes que no obtienen alivio con medicamentos o terapias convencionales, la cirugía endoscópica nasal ha emergido como una solución avanzada y efectiva. Este procedimiento mínimamente invasivo permite a los cirujanos acceder y tratar los senos paranasales con mayor precisión y menor tiempo de recuperación.

¿Qué es la cirugía endoscópica nasal? La cirugía endoscópica nasal es una técnica que utiliza un endoscopio, un tubo delgado con una cámara, para acceder a los senos paranasales a través de las fosas nasales. Esta cirugía se usa principalmente para tratar casos graves de sinusitis crónica, pólipos nasales, tumores y otras afecciones relacionadas. El procedimiento no requiere incisiones externas, lo que minimiza el riesgo de complicaciones y reduce las cicatrices visibles.

¿Cuándo es necesaria la cirugía? La cirugía endoscópica es recomendada cuando los tratamientos médicos como los antibióticos, esteroides y descongestionantes no logran aliviar la sinusitis crónica. Si el paciente presenta obstrucciones importantes, infecciones recurrentes o complicaciones como pólipos nasales, el procedimiento quirúrgico puede ser la mejor opción.

Beneficios clave

  • Menor tiempo de recuperación: A diferencia de las cirugías tradicionales, la endoscópica nasal permite a los pacientes retomar sus actividades cotidianas en menos tiempo.
  • Riesgo reducido de complicaciones: Al ser mínimamente invasiva, reduce el riesgo de hemorragias, infecciones postoperatorias y daño a los tejidos circundantes.
  • Mayor precisión: La visualización en tiempo real con la cámara endoscópica ayuda al cirujano a eliminar las obstrucciones o el tejido dañado de manera más precisa.

¿Qué pueden esperar los pacientes? Los pacientes pueden esperar una mejoría significativa en su capacidad para respirar, reducción de la congestión y menos infecciones recurrentes. Los efectos secundarios son mínimos y suelen incluir molestias temporales como hinchazón nasal o dolor moderado que puede controlarse con medicamentos.