¿Por qué perdemos la audición? Las principales causas de la pérdida de audición y cómo prevenirla
- Envejecimiento: A medida que envejecemos, las células sensoriales del oído interno se dañan y pueden disminuir la audición.
- Exposición a ruido fuerte: El ruido excesivo puede dañar las células sensoriales del oído y provocar pérdida de audición. La exposición prolongada a ruido fuerte, como música alta, maquinaria ruidosa o herramientas eléctricas, puede ser especialmente perjudicial.
- Infecciones del oído: Las infecciones del oído pueden dañar los huesos del oído y las células sensoriales, lo que puede provocar una pérdida auditiva temporal o permanente.
- Medicamentos: Algunos medicamentos pueden causar daño a las células sensoriales del oído interno y provocar pérdida de audición. Los antibióticos aminoglucósidos y algunos medicamentos para el cáncer son ejemplos de medicamentos que pueden ser tóxicos para el oído.
- Traumatismo craneal: Una lesión en la cabeza o en el oído puede causar daño a los huesos del oído y a las células sensoriales.
- Genética: Algunos tipos de pérdida auditiva son hereditarios y se deben a mutaciones genéticas.
- Enfermedades crónicas: Algunas enfermedades crónicas, como la diabetes y la enfermedad cardiovascular, pueden dañar los vasos sanguíneos que suministran sangre al oído interno y provocar pérdida de audición.
- Exposición a sustancias tóxicas: La exposición a ciertas sustancias químicas, como el mercurio y el plomo, puede dañar el oído interno y provocar pérdida de audición.
- Malformaciones congénitas: Algunas personas nacen con malformaciones en el oído que pueden provocar pérdida de audición.
Es importante destacar que muchas causas de pérdida de audición son prevenibles. Evitar la exposición a ruido fuerte, usar protectores auditivos cuando se trabaja con maquinaria ruidosa, y recibir tratamiento temprano para infecciones del oído puede ayudar a prevenir la pérdida de audición. Además, es importante realizarse pruebas auditivas regulares, especialmente a medida que envejecemos, para detectar y tratar la pérdida de audición en sus primeras etapas.