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Alimentos para evitar por riesgo de atragantamiento en niños

Los atragantamientos son una causa común de accidentes infantiles, sobre todo en menores de 5 años. Suelen ocurrir de forma inesperada, cuando un cuerpo extraño se introduce en la vía respiratoria, obstruyéndola e impidiendo que el aire entre o salga de los pulmones con normalidad. Si la obstrucción es completa o casi completa, existe riesgo de muerte por asfixia. En niños, el riesgo de atragantamiento viene determinado por unas características anatómicas y funcionales particulares de las estructuras de la vía aerodigestiva superior como consecuencia del crecimiento y de la maduración.

 

Para reducir el riesgo de atragantamiento, desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello se recomienda evitar dar a los menores de cinco años los siguientes alimentos:

 

Salchichas

Las salchichas son, junto a los caramelos, los alimentos que más provocan asfixia. Son cilíndricas del tamaño de las vías respiratorias y compresibles, lo que puede provocar una obstrucción en la hipofaringe del niño. Para ofrecerlas, siempre cortadas de forma longitudinal no en rodajas.

 

Caramelos, lacasitos y dulces duros

Son redondos y duros y pueden ser tragados por el niño sin apenas deshacerse. Al reír o respirar profundo podrían ser inhalados y obstruir las vías respiratorias.

 

Uvas

Las uvas, por su forma y textura, pueden obstruir las vías respiratorias y provocar una situación de peligro que puede llevar incluso a la muerte si no se actúa a tiempo, por ello los expertos no aconsejan dar uvas enteras a menores de cinco años. Esta fruta, por su tamaño y su piel resbaladiza, puede propiciar que se trague sin masticar y genere un taponamiento de las vías aéreas, impidiendo al niño respirar. Para reducir el riesgo de aspiración lo aconsejable es quitarles la piel y las pepitas y cortarlas en varios trozos longitudinales. 

 

Frutos secos

Desde la SEORL-CCC se recomienda no dar a niños menores de cinco o seis años cualquier tipo de fruto seco sin moler por el alto riesgo que existe de atragantamiento y asfixia. Tampoco debe darse en trocitos debido al riesgo de broncoaspiración.

 

Palomitas de maíz 

Este alimento debe retrasarse por lo menos hasta los cuatro o cinco años. Los granos de maíz pueden pasar a las vías respiratorias y provocar asfixia o una infección por cuerpo extraño si se instalan en los pulmones.

 

Zanahoria cruda

Las verduras duras, como las zanahorias, pueden provocar atragantamiento en niños pequeños si se comen enteras. La recomendación es ofrecerla rallada si se va a dar cruda o cocerla para ablandarla y darla cortada en trozos, no en rodajas.

 

Objetos inanimados 

 

En cuanto a los objetos inanimados, el 29% de las muertes por aspiración de cuerpo extraño no alimentario lo son por globos. Se trata de un objeto peligroso, en particular en los más pequeños, por varios motivos:

  • Cuando un niño intenta inflar uno puede suceder que, al aspirar profundamente para echar más aire dentro del globo, éste se desplace hacia atrás, se adhiera y tome la forma de las vías respiratorias pudiendo provocar una obstrucción completa.
  • Muchos niños mastican los globos sin inflar ante un descuido de los padres, pero si el globo o un trocito de este va a la garganta puede quedar adherido y provocar la asfixia del niño.
  • Cuando un globo explota, el niño puede tomar uno de los trozos y metérselo en la boca para masticarlo, o jugar con él entre los dientes.

Los juguetes y las piezas pequeñas son otros de los objetos peligrosos para los menores de cinco años Es importante tener precaución con ellos porque por su forma y consistencia, puedan pasar a las vías respiratorias de forma accidental, produciendo su obstrucción y la consiguiente asfixia.

En caso de atragantamiento leve hay que ayudar al atragantado a toser, porque este es el mejor mecanismo defensivo que tenemos para evitar el paso a zonas de la vía respiratoria inferior y que puede causar la muerte.

En casos de atragantamientos más severos, procederemos a practicar la maniobra de Heimlich. A la hora de realizar la maniobra será necesario, o bien ponerse de rodillas detrás de él o bien incorporarle sobre una mesa para realizar la maniobra.

En bebés menores de un año debemos colocarlo boca abajo sobre el antebrazo o sobre nuestras rodillas y darle golpes en la espalda (entre los omóplatos) con la mano hueca, firmes pero suaves.